martes, 14 de junio de 2011

Un día en Salamanca

De la página Spain.info os presentamos el siguiente artículo para conocer un poco más sobre Salamanca:

Si queremos conocer una de las Ciudades Patrimonio más bellas de España, una buena opción es organizar un viaje a Salamanca. Pasear por las calles empedradas de su Casco Histórico y observar el característico color dorado de sus monumentos como la Universidad o sus dos Catedrales es una auténtica maravilla. Además, muchos de sus edificios ocultan multitud de secretos. ¿Quieres descubrirlos?


CASCO HISTÓRICO. EL CENTRO DE VIDA

(Horario sugerido: 10.00 – 14.00 h.) El mejor lugar para comenzar nuestro recorrido en la famosa Plaza Mayor, una de las más bonitas de Europa. Aquí hallaremos una oficina de turismo, donde nos ofrecerán toda la información que necesitemos. Nos encontramos en el punto con más vida de la ciudad y si observamos a nuestro alrededor, seguro que vemos a varias personas tomando algo en las terrazas. Merece la pena dar una vuelta alrededor de los 88 arcos porticados de esta plaza. Si nos fijamos bien, en ellos veremos medallones tallados con el rostro de personajes tan célebres como el escritor Miguel de Cervantes, autor de “Don Quijote de la Mancha”. Tras hacer las primeras fotos, es el momento de tomar café en cualquiera de los locales de la plaza. Por ejemplo, en el centenario Café Novelty, con la escultura del escritor Torrente Ballester en su interior.


Continuamos nuestra visita por la Plaza del Corrillo (con pequeños tenderetes donde comprar un recuerdo) y bajamos por la Rúa Mayor hasta llegar a la Casa de las Conchas. Seguro que nos llama la atención la originalidad de este monumento decorado con múltiples conchas que sirvieron como confirmación del matrimonio entre dos nobles. La leyenda asegura que bajo una de ellas se esconde un tesoro, así que tendremos que observar con atención.


Detrás de la Casa de las Conchas, en la calle de la Compañía, vemos asomarse las torres de la Iglesia de la Clerecía y de la Universidad Pontificia. Estamos en una de las calles más monumentales de la ciudad y paseando por ella, tendremos la sensación de haber viajado a siglos pasados, a épocas de esplendorosos palacios. Si seguimos bajando, nos encontraremos con el Palacio de Monterrey, el Convento de las Úrsulas o el Colegio del Arzobispo Fonseca.Volvemos sobre nuestros pasos para llegar hasta la hermosa Plaza de Anaya y a sus jardines, uno de los lugares con más encanto de Salamanca. Nos sentamos para contemplar bien la belleza que nos rodea: frente a nosotros está la impresionante Catedral Nueva de la ciudad y a nuestra espalda el Colegio de Anaya. El ambiente de esta zona llena de turistas, estudiantes, paseantes… es muy especial.


Ten en cuenta

-Desde la Plaza Mayor parten multitud de visitas guiadas por la ciudad. En la oficina de turismo también puedes alquilar una audioguía sobre Salamanca en castellano, inglés y francés.


-Existe un tren turístico que recorre el Casco Histórico.


La ciudad de las dos Catedrales

Es el momento de ver la Catedral Nueva de cerca. Al llegar, seguro que nos encontramos con un grupo de personas intentando encontrar un detalle en esta construcción gótica. Lo mejor es que nos unamos a la búsqueda, porque la parte baja de la puerta de este monumento oculta figuras talladas como un astronauta, un mono que se está comiendo un helado o una cigüeña. ¡Increíble pero cierto!


Pocas ciudades tienen dos catedrales: Salamanca sí. Ambas están unidas y el acceso a la Catedral Vieja lo hallamos desde el interior de la Nueva. Aunque la antigua catedral no es tan grandiosa, este templo románico transmite un espíritu medieval y una tranquilidad que cautivan a todos los que la visitan. Estar en ella es recordar que sus muros fueron testigos de banquetes, exámenes (si los estudiantes aprobaban se les concedía el grado en el claustro de la propia Catedral), concilios, tribunales de la Inquisición…


Aunque seguro que ya estamos entusiasmados por lo que hemos observado, aún nos queda lo mejor: desde la parte de abajo de la Catedral Vieja, tenemos la oportunidad de acceder a la exposición permanente llamada “Ieronimus”, un paseo que permite el acceso hasta la zona más alta de ambas catedrales. Podremos ver de cerca y casi tocar torres de 110 metros de altura tan características como la del Gallo (por la veleta que tiene con la forma de este animal) o la de Mocha. Junto a ésta visitaremos una terraza con unas vistas impresionantes de la ciudad. Simplemente fantástico.



NOS VAMOS DE TAPAS

(Horario sugerido: 14.00 – 16.00 h.) Después de una mañana de lo más cultural, la hora de la comida es el momento para disfrutar de la famosa gastronomía de Salamanca. Y la mejor manera de hacerlo es ir de tapas: probar de bar en bar porciones de especialidades de la cocina de esta tierra. El entorno de la Plaza Mayor es el ideal para degustar, por ejemplo, los populares embutidos. Si preferimos ir a un restaurante, siempre podemos pedir el exquisito cochinillo al fuego. Otra zona también muy frecuentada y con mucha variedad para elegir (aunque ya en la parte nueva de la ciudad) es la calle Van Dyck.


CIUDAD UNIVERSITARIA, MÁGICA Y COMERCIAL

(Horario sugerido: 16.00 – 20.00 h.) Una vez repuestas las fuerzas, volvemos a la Plaza de Anaya para deleitarnos en esta ocasión con otra de las joyas de la ciudad: su Universidad. Se sitúa a nuestra derecha y es necesario rodear el edificio para llegar a su portada plateresca. Ésta nos depara otra agradable sorpresa: también esconde figuras talladas muy curiosas como delfines o la famosa rana. Ésta se ha convertido en el símbolo de Salamanca, todo el mundo intenta encontrarla y la leyenda dice que si un estudiante la ve sin que nadie le diga dónde está, aprobará el curso. Probamos suerte para encontrarla. Y si no lo conseguimos, siempre podemos pedir ayuda a las personas que nos rodean.


Bajamos ahora por la bohemia calle de Los Libreros y hallamos La Casa Lis Museo de Art Nouveau y Art Decó, una mansión modernista cuya colección se puede visitar. Si avanzamos, llegamos a la antigua muralla y a uno de los rincones más románticos de la ciudad: el Huerto de Calixto y Melibea, un jardín del que se dice que es donde se reunían los amantes Calixto y Melibea, protagonistas de “La Celestina” una de las obras más universales de la literatura de España. Es perfecto para descansar, dejarnos llevar por el olor de sus flores y obtener una espléndida panorámica con la Catedral de fondo.


Más adelante, en la plaza de Carvajal, hallamos otro lugar mágico: la cueva de Salamanca. No podemos perdernos la oportunidad de entrar a esta cripta donde la leyenda cuenta que existió una escuela de ciencias ocultas en la que el diablo robó la sombra a un noble. Para muchos, es la puerta a otra ciudad oculta.


Ten en cuenta

-Viernes y sábados, la cueva de Salamanca ofrece por las noches un espectáculo de la luz y sonido.


Después de conocer (situado a nuestra derecha) el impresionante Convento e Iglesia de San Esteban (que tuvo visitantes tan célebres como Colón) avanzamos por la calle San Pablo con su Torre del Clavero o su Palacio de la Salina hasta llegar a la Plaza Mayor.


Hemos conocido los monumentos más hermosos de Salamanca y ahora podemos dedicarnos a las compras para llevarnos un recuerdo de nuestra visita. Lo mejor para comprar regalos es acercarnos a las calles Toro y Zamora, con multitud de tiendas de moda, joyerías, artesanía típica... Pregunta por la filigrana o el botón charro. O, ¿qué tal una ranita que nos recuerde nuestra búsqueda en la Universidad?


SALAMANCA ILUMINADA, LA CAPITAL DE LA NOCHE

(Horario sugerido: a partir de las 20.00 h.) Uno de los planes más atractivos para disfrutar del impresionante atardecer de Salamanca es acercarnos hasta su Puente Romano, dar un paseo por la ribera del río y sacar desde aquí una de las mejores fotos de la ciudad. Aunque si nos quedamos en el centro, veremos el espectáculo de cómo la luz transforma a un mágico color dorado las fachadas de los edificios, gracias a la piedra de la que están hechos.


Con la llegada de la noche, Salamanca se ilumina y se vuelve, si cabe, más bonita. Para cenar, elegimos las calles adoquinadas de los alrededores de la Plaza Mayor. La cena será sólo el comienzo, porque después, la noche de Salamanca, al ser ciudad universitaria, es famosa por un ambiente que dura hasta el amanecer. Así, que si queremos salir a bailar o a tomar una copa, en los alrededores de la Plaza Mayor y de la Plaza San Justo, en la zona de las calles Gran Vía y Bordadores hallaremos bares y discotecas para todos los gustos: antiguas capillas reformadas, locales decorados como un barco o un submarino… También podremos escuchar música en directo, conocer a gente de todas las nacionalidades, asistir a cuentacuentos… Salamanca no se acaba nunca.



Fuente: Spain.info

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